¡No quiero comulgar!

jueves, 12 de noviembre de 2009




Siempre me ha llamado la atención la expresión: "no comulgar con..." que invariablemente va seguida de una referencia a las ideas o convicciones de alguien, independientemente de que tengan que ver con la religión o no. Y viene ahora la Iglesia y a través de su portavoz en la Conferencia Episcopal nos avisa de que no podremos comulgar si no comulgamos con sus ideas, esto es, si somos favorables, permisivos o simplemente no nos ponemos claramente en contra de la actual ley sobre el aborto. ¡Pues vale!

Este es la noticia en el blog de RNE:


Dice la Conferencia Episcopal a través de su portavoz, Juan Antonio Martínez Camino, que los políticos que respalden el aborto no podrán comulgar, porque defenderlo con campañas o votos implica una "situación objetiva de pecado público". No es una pena de excomunión, ya que los "sancionados" podrán volver a comulgar cuando acabe su "situación objetiva de pecado". Los políticos, católicos incluidos, han reaccionado con disgusto en tanto consideran que la Iglesia no debe inmiscuirse en cuestiones políticas.

Es el viejo debate sobre los límites de la implicación de lo religioso en lo social. ¿Ha hecho la Iglesia lo que debe? ¿O hace lo que puede para mantener su posición? ¿Debe dar instrucciones o advertir a los católicos? ¿Debe dejar que la sociedad civil se gestione sin sus públicas consideraciones?

En días como hoy, abrimos ya el debate


Y como hoy no me he podido callar, aquí va mi comentario en el mismo blog:


Mire señor Martínez, a mi no poder comulgar no me importa demasiado. Y como castigo, me parece un castigo menor habida cuenta de lo que está en juego.
Yo propondría directamente la excomunión. De ese modo, aquellos que estamos tratando de hacer apostasía tendríamos un modo más ágil y sencillo de conseguir salir de ese club al que representa. Que por mucho que estemos a favor del aborto en ciertos supuestos, del libre disfrute de nuestra sexualidad y de las teorías Darwinistas de la evolución, nos quieren mejor dentro, y no nos ponen más que problemas para salir.

Un saludo.

Pues eso, que no comulgo ni quiero comulgar.

0 comentarios:

Publicar un comentario