Proyecto urgente

miércoles, 23 de febrero de 2011
No la conocía demasiado. Lo suficiente para saber que nada en su vida fue fácil, que algunas tardes paseaba hasta el faro con su amiga de la niñez y que en ocasiones se hacía acompañar por un café en la fría terraza del puerto. Que nadie recuerda si alguna vez la fortuna caminó a su lado. Que si algún día el azar se equivocara, y los agraciados por la lotería fueramos todos, ella habría perdido su boleto. Que la “s” del diccionario era probablemente el único lugar donde alguna vez encontró la suerte.

No la conocía demasiado, pero sospechaba que nada bueno podía significar aquel pañuelo rojo con que ocultaba su cabeza pelada, que su rostro era la clara imagen de la terrible factura que estaba pagando por seguir viva y que su silencio no era ya tanto timidez como desesperanzada resignación.

No la conocía demasiado, pero me alegré mucho el día que volvi a ver aquella exigua mata de pelo sobre su cabeza, la tarde en que descubrí que en algún ignoto lugar encontró la fuerza para superar el cáncer, el momento en que celebré que su encomiable esfuerzo se viera por una vez recompensado.

No la conocía demasiado. Perdí todas las ocasiones de hacerlo. Esta mañana la atropelló un tractor. Desparramó su vida sobre los adoquines. Siento vergüenza de estar vivo, de ser afortunado, de estar respirando la suerte que ella nunca disfrutó. Compro al precio que sea un manual para proyectar paraísos. Necesito urgentemente construír un cielo para ella.


Juan Luis Blanco
22/2/2011

11 comentarios:

Wali dijo...

ederra Juanlu

Anónimo dijo...

Zorionak! hunkigarria. Batzuei bizitza gogor jipoitzen die!!
Montse Arana

Anónimo dijo...

barkau, "bizitzak"

Anónimo dijo...

no estaría mal echar mano a un manual para proyectar paraisos, no no estaría mal. idatzi triste eta hunkigarria. ona.

Anónimo dijo...

Oso polita, zorionak. Askotan gure ignorantzian bizi gea eta benetan holako gauzak gertatzen dianian konturatzen gea ze suertedunak eta aldi berean zein zoritxarrekoak gean....

Anónimo dijo...

nik ikusinuen, lurrean etxanda,medikoak elegiñak eguiten, berar etzun merezitrato ori.Agur Maitia.....................Agur







maiti

Juan Luis dijo...

Ez zigun inork esan patua beti justua izango zenik, baina nik behintzat ez nuen espero horrelako krudeltasunik. Eskerrik asko zuen iruzkinengatik.

Anónimo dijo...

Siempre me sorprende todo lo que escribes.
¿esta historia es real? En cualquier caso daria lo mismo, es una historia muy triste.

Feli

Juan Luis dijo...

Gracias Feli. Por desgracia la historia es real y conmocionó a mucha gente aquí. Como decía, no la conocía mucho, pero el suceso me dejó hecho polvo.

Anónimo dijo...

Hace poco me encontré con la madre de Marian, ella sigue destrozada, nosotros... seguro que nos acordamos de vez en cuando, cuando pasamos por el maldito paso de zebra, cuando vemos a sus amigas sin ella, o pasamos por los lugares donde ella disfrutaba de su sencilla vida tomando un café. La vida es muy cruel con algunos pero también hay gente sensible como tu Juanlu que escribió algo tan bonito para Marian. Su madre me pidió que te diera las gracias, que tiene el escrito en la paraed de su cocina. Gracias!

Juan Luis Blanco dijo...

Uno nunca sabe quien leerá lo que escribe ni como será interpretado. Si le servirá para algo alguien o si quedará olvidado o ignorado para siempre Nunca imaginé que este texto, nacido de un sentimiento incontenible hacia una persona que no conocía, fuera a acabar en la pared de la cocina de su madre. Si ella lo conserva será, imagino, porque le dice algo o porque le ayuda a conservar la memoria de su hija. Si es así, es el mejor lugar donde podía acabar este escrito. Así que gracias a ella por hacerme este honor.

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