Circular y deslavazado el pensamiento parece habitar bajo el estómago en una espiral tensa como el muelle de un reloj. Mil pequeñas causas y ninguna en concreto se arremolinan como hilos en una madeja de desesperación que crece a medida que gira. Hilos como culebras infinitas, como intestinos que se engullen a sí mismos. No hay galaxias, no hay flores, ni mar, ni brisa, ni colores. Una oscuridad inútil niega el mundo a mi alrededor y me obliga a seguir chapoteando en el torbellino implacable de mi pensamiento. Un pensamiento circular y deslavazado que habita bajo el estómago en una espiral tensa como el muelle de un reloj. Son mil pequeñas causas y ninguna en concreto: el insomnio ha vuelto a vencer hoy, la desesperanza se ha hecho un hueco a mi lado y sueño despierto con dormir.
Juan Luis Blanco
12/6/2010
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