Se sentía inútil porque la lesión le obligaba a realizar cualquier tarea a un ritmo mucho más pausado. Pero no perdía la esperanza, y sabía que un día, recuperada por completo la movilidad de su brazo, superada la torpeza, y con algo de esfuerzo, conseguiría volver a sentirse útil mientras seguía haciendo las cosas a un ritmo mucho más pausado.
20/7/2011
1 comentarios:
Disfrutatu patxada horretaz. No hay mal que por bien no venga!
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