Gloria

miércoles, 1 de septiembre de 2010
—¿Cómo lo llamas? ¿Rotonda o glorieta? —preguntó ella para iniciar la conversación.

Mientras giraba el volante preguntándose sobre la pertinencia de algunos diminutivos, a él le vino a la memoria “la gloria”, una especie de horno que el tío Santos encendía las gélidas mañanas del invierno palentino y cuyo calor dulce se repartía por debajo del suelo del salón de su casa. En uno de esos saltos que sólo la imaginación puede dar, se vio de repente desnudo, tumbado en una roca al sol, después de un refrescante paseo submarino por los fondos de una solitaria cala en la Costa Brava. La felicidad convertida en una sensación casi física, como las gotas que todavía se escurrían por su cuerpo, como la dureza tibia de la roca bajo su espalda, como el calor del sol aliviando algún que otro escalofrío.

Y le dió por pensar que nada de eso tenía que ver con el asfalto, fuera cual fuese el tamaño o la forma que éste tuviera.

—Rotonda —respondió él.

—Yo lo llamo rotonda —repitió con una sonrisa que había emergido en su cara desde el recuerdo de algún paisaje marino o de algún sueño con sirenas.



Juan Luis Blanco
11/08/2010

10 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me gusta redondela...
su

Juan Luis dijo...

A mi también me gusta.

El otro día andaba yo perdido por Bilbao y cuando pregunté un tipo me dijo que para lelgar a mi destino tenía que pasar tres tortillas. Aunque eran fiestas a mi no me pareció que fuera muy borracho y deduje que se refería a tres rotondas...
Glorieta, rotonda, tortilla, redondela... ¿quién da más?

Anónimo dijo...

Como yo soy una clasica, me quedo con rotonda, q es una palabra mucho mas rotunda que las otras.

Feli

Juan Luis dijo...

No puedo estar más de acuerdo prima... Además te ha quedado redondo el comentario :-)

Anónimo dijo...

Hace tiempo que me importan poco los nombres de las cosas. Se llame como se llame, creo que es una buena representación de la vida. No es más que una secuencia de rotondas, glorietas, tortillas .... en las que, en un tiempo limitado, tienes que decidir el camino que vas a seguir. Lo importante es darte cuenta de que se trata de una rotonda, y no de un camino lineal, en la que tienes cierta capacidad de decidir sobre el rumbo de tu vida.

Lorea

Juan Luis dijo...

Muy interesante!!! Siempre hay un camino lineal en el que, con suerte, aparece primero alguna bifurcación y el correspondiente dilema, con su más o menos manejable par de opciones (ser o no ser...) y, si continuamos ejerciendo de personas libres, llegamos a las rotondas vitales multiopcionales. Ese desasosiego constante cuando uno debe de elegir entre múltiples posibilidades ¿tiene que ver con el nerviosismo que se apodera de nosotros cuando nos vamos acercando a una rotonda? Seguro que si. Pero ocurre que en la vida algunas situaciones-rotonda sólo se presentan una vez y no puedes corregir el rumbo errado. Es el precio de ser libre. Conducir es complejo pero uno llega a dominar la técnica. La libertad es algo tan deseable como difícil de gestionar. No es extraño que los que podemos elegir todo el tiempo acabemos en muchas ocasiones abrumados, girando sin cesar en alguna rotonda, sin poder valorar cual es la dirección acertada. Sospecho que en el hemisferio norte, el la abundancia y la riqueza, existe un tipo de infelicidad que tiene que ver con ese desasosiego que nuestra constante posibilidad de elección nos provoca. Es paradójico, si. Y nos enfrenta a una rotonda vital del tamaño de la M-40: ¿Queremos ser completamente libres? ¿Preferimos que otros elijan por nosotros para no cargar con la responsabilidad de nuestras decisiones? ¿Decidimos dejar algunas decisiones en manos de otros y enfrentar sólo las que consideremos importantes? ¿O quizás es al revés? Uff! muy interesante, y muy difícil...

Anónimo dijo...

Bilbo, 8 de septiembre, 8:00AM, Café Puzzle.

HOROSCOPO DE ACUARIO: "No tengas miedo a los cambios que se avecinan, porque serán, a la larga, muy beneficiosos para ti. Sólo tienes que aprender a GESTIONAR los nuevos tiempos" (Diario DEIA).

¡Cómo me suena todo esto! ¿Será que estoy en una rotonda? ¿Será que eres tú el que te inventas los horóscopos del DEIA?

LM (como los cigarros)

Juan Luis dijo...

Ja, ja...! ¡No se me ocurriría nunca escribir horóscopos! A pesar de tener muchos más datos, ya resulta complejo escribir sobre hechos pasados —véanse si no los periódicos de cada día que parecen querer convencernos de la existencia de universos paralelos—, como para, en una demostración de soberbia infinita, intentar dibujar sobre un papel nuestro futuro. ¡Me da la risa!

Anónimo dijo...

Yo conoci a un escritor de horóscopos de periódico. Se lo tomaba muy en serio, es un gran poeta, así que tenían un valor literario medio/alto, igual que las efemérides y las necrológicas, que también se inventaba a diario. Yo seguía esas secciones con gran gusto, aunque nunca volví a frecuentarlas desde que desapareció sin dejar ni despedida ni necrológica. Algo ponía su horóscopo del día de anterior de un gran cambio de aires...

su

Juan Luis dijo...

:-)

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