Trastorno diacrónico leve

viernes, 21 de mayo de 2010

En una vida futura fui veterinario de atunes y supervisor de piscifactorías en Enceladus. Recuerdo que en el futuro el presente era algo más gordo. No tan liviano, no tan delgado, no tan fugaz. Añoro la vida en el futuro porque era más pausada. Lo mismo que ahora sucede con las monedas de céntimo, en el futuro hace siglos que dejaron de usarse los segundos como medida del tiempo por su obvia insignificancia respecto a las unidades de tiempo principales. Durante las noches, vuelvo una y otra vez a evocar aquellos sosegados paseos dominicales por los anillos de Saturno. Echo de menos la ligereza, la obstinada lentitud y la liberadora ausencia de gravedad.

No había agobios en aquel futuro del que volví no hace más de dos semanas. En tan pocos días ya me he hartado de los atascos, el humo, las prisas, el ruido, de caminar pegado al suelo, del aliento de las personas, de los escalones y de la palabra “no”. Además, estando el futuro del que vine mucho más lejos de lo que normalmente dura la vida de un ser humano, en este presente debo de ser otro, y no es sencillo acostumbrarse a mi nuevo ser, olvidándome del que seré o fui. Ya no sé si mis recuerdos son los de aquel que vino del futuro o pertenecen al pasado del que ahora soy. ¡Y mi psicólogo no ha nacido todavía!

Sinceramente, me sentiría mejor si pudiera escapar de este presente tan opresivo, tan inestable, tan poco amigable. Volver al futuro con la tecnología actual es ciertamente impensable. Quizás, con algo de suerte, podría continuar retrocediendo a un presente anterior, a un pasado en el que sin duda no me encontraré con tanta idiotez. Quien sabe, a lo mejor en esa vida anterior seré maquinista de un tren a vapor o cartero de una aldea en Paraguay. Espero no ser kamikaze del ejercito japonés.



Juan Luis Blanco
21/05/2010

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me han dicho que ha roto aguas, tu psicólogo sincrónico acaba de nacer luego.
O era que... luego, acaba de nacer.

Me he divertido mucho (aún en su acerbo contenido) y mareado también.

Gracias. ¡Te adoro ayer!

anA.

Anónimo dijo...

Que vivan el presente y la falacia del tiempo futuro que nunca paso!

MMMMMMMMUXU!

eider

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